La carboximetilcelulosa, conocida como CMC, es un aditivo alimenticio en polvo de origen semisintético. No es tóxico, está autorizado para su consumo en alimentos por la Secretaría de Salud y la FDA y sus principales usos son como agente espesante y/o estabilizante.
Es un estabilizador que se utiliza en distintos productos alimenticios para dar la sensación y textura de espesor ayudando a mantener la humedad. Es uno de los estabilizadores más utilizados para alimentos como salsas, sopas, helados derivados de lácteos y productos de repostería, también en sus masas.